Los difusores acústicos son los encargados de originar reflexiones sonoras difusas, es decir, el sonido que incide sobre ellos se distribuye en diversas direcciones evitando las interferencias destructivas y la coloración del sonido. Este proceso se realiza cuando la onda sonora incide sobre el dispositivo y es obligada a entrar en agujeros o depresiones de diferentes profundidades, generando un sonido reflejado en distintas posiciones y con diversos tiempos de salida.
Existen múltiples tipos de difusores, generalmente son diseñados siguiendo secuencias numéricas que tienen la particularidad de crear un carácter aleatorio en los patrones y formas del dispositivo.
Beneficios de los difusores
- Perfecciona la distribución del sonido: el sonido suele concentrarse en unas zonas específicas, lo que perjudica el registro que se obtiene al grabar. Al usar difusores logramos una distribución más pareja en el sonido de las salas y por ende en las grabaciones.
- Impide la coloración del sonido: los difusores están fabricados para evitar las reflexiones especulares, por lo cual contribuyen en la disminución de las coloraciones que éstas producen, obteniendo un sonido más fiel.
- Evita los ecos flotantes y las reflexiones: al distribuirse las reflexiones en distintas direcciones, se evitan los ecos flotantes y las distorsiones acústicas asociadas. Esto mismo pasa con las reflexiones molestas.
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- Mejora la percepción estéreo: al momento de grabar instrumentos con técnicas de microfonía estéreo en una sala con buena difusión, vamos a conseguir resultados que dan una sensación de mayor amplitud y profundidad.
- Mejora la apreciación del timbre de los instrumentos: al evitar los males originados por las reflexiones discretas y con alto nivel, se puede apreciar el timbre de los instrumentos de una manera más transparente sin gran influencia de la sala.
Al construir los difusores se debe usar una madera sólida para que el sonido pueda reflejarse con facilidad. Es importante tener en cuenta que un difusor tiene un rango de frecuencia sobre el que va a funcionar de manera correcta y los diseños tienden a estar orientados a las frecuencias medias entre 500 y 5000 Hz aproximadamente, puesto que para funcionar a frecuencias bajas requieren ser de dimensiones grandes.
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Después de construirlos se deben posicionar contra las superficies seleccionadas, procurando distribuirlos de forma que todas las superficies de la sala tengan algo de difusión.
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